¡Qué frío! Siempre empiezo comentando el tiempo, pero es que a mí estos cambios de calorcito de terraceo a viento gélido invernal ¡me desesperan! Eso sí, la buena compañía y el apetito que no falten :)
Sin tener más que celebrar que la felicidad de la vida, organicé una cena con Álvaro, Mariú y Tony, y buscando algo distinto encontré esta maravilla. ¡Haced las maletas que nos trasladamos de continente!
Os presento el Kim Bu Mbu (siento decir que no sé si se escribe así realmente porque lo vimos de varias maneras), un restaurante de lo más exótico donde podréis degustar la gastronomía de África con un toque moderno realmente interesante. Se encuentra en la calle Colmenares 7 (metro Banco de España L2 y Chueca L5) y no tienen página web, ni de Facebook, ni nada similar, por lo que si queréis saber más de él, nada mejor que hacerles una visita.
La decoración es tan cuidada y original que os dejará boquiabiertos, y si sois unos frikis de los muebles como una servidora, lo vais a disfrutar más aún.
La falta de luz desmejora la foto, pero aún así sorprende, ¿verdad? |
Sin duda el local es realmente acogedor y por un rato te transporta prácticamente a la misma sabana. Las sillas tiene ruedas y están diseñadas de tal manera que encajan perfectamente dentro de la mesa y permiten crear un amplio espacio cuando no se está usando la mesa. Además, disponen de un amplio cajón bajo el asiento donde puedes dejar el abrigo y el bolso sin molestar al resto de comensales.
A pesar de conocer un poquito la cocina egipcia, siria, etíope y alguna más, nos decidimos a pedir el menú degustación, ya que por 21€ íbamos a poder probar entrantes, principales y postres, y además incluía pan, bebida y café.
Para comenzar nos trajeron dos ensaladas: una de papaya, espinacas y aguacate, y otra templada con manzana, col y queso frito. Ninguna de las dos me sorprendió especialmente ya que me creo que les faltaba algo de aliño, aunque reconozco que la mezcla de las espinacas con la papaya me gustó bastante.
Nada mejor que unas ensaladas para ir abriendo boca |
Los siguientes entrantes fueron batswana de maíz con alcachofas (me encantó el punto de las alcachofas) y patatas en salsa curry (que fueron unas de las triunfadoras de la noche, ¡qué ricas!).
En la foto no se aprecia, pero las bandejas eran tan largas como mi brazo |
Aunque parezca mentira, la cena no ha hecho más que empezar: ¡que pasen los principales!
Según la foto inferior y de izquierda a derecha y de arriba a abajo comimos: pollo con pipas de calabaza (quizá el que menos me gustó), gambas con mango y batata dulce (riquísima mezcla y la batata de sobresaliente), ternera guisada con sésamo (lo que más me gustó, tanto por el sabor de la ternera como por la elaboración) y cuscús de cordero (cuscús perfecto y con muchísimo sabor, ojalá a mí me saliese tan bien en casa ¡jeje!).
La mesa parecía un tetris, pero no dejamos nada de nada, ¡qué bueno todo! |
Y sí, aún teníamos espacio para postre, ni más ni menos que cuatro delicias por las que ¡casi tenemos que salir rodando del restaurante! Empezando por arriba y en sentido horario podéis ver en la siguiente foto: piña con bolitas de coco (la piña me da alergia, pero aún así la probé y junto con el coco hacían una buena mezcla), natillas de plátano (a pesar del aspecto, fue lo que más me gustó: súper original y deliciosas), crujiente de compota de frutas (no me gustó: tenía granos de café que no me pegaban mucho con el resto del plato y la compota no estaba muy allá, pero a mis acompañantes les satisfizo) y crema de mango (mango con mango, perfecto para los amantes de esta fruta). Podíamos haber comido cada uno un postre, pero no somos especialmente escrupulosos y cuchara en mano acabamos hasta con los granos de café.
Sigo flipando con el tamaño de los platos... |
Además de todo esto, Álvaro y Tony se tomaron un té pero a nosotras ya no nos cabía ni un suspiro.
Si hay algo que no me gustó fue el trato del camarero: no llegó a ser borde en ningún momento, pero nos dejaba los cubiertos tirados encima de la mesa, le pedimos que nos explicara lo que estábamos comiendo y se limitó a decirnos el nombre de los platos y en ningún momento le vimos sonreír ni dirigirnos una palabra amable. A las 23:30 nos trajo la cuenta sin haberla pedido (no éramos los únicos en el restaurante ni mucho menos) y en cuanto pagamos empezó a limpiar nuestra mesa por lo que nos tuvimos que marchar.
Tampoco me gustaron los aseos: estaba decorados acorde con todo lo demás y bastante limpios, pero donde tenía que haber un lavabo había un grifo mal puesto y un folio pegado a la pared que rezaba "lavabo". Además, por lo que me contaron los chicos, el aseo de caballeros no dejaba lugar a la intimidad, lo que en a menudo puede ser algo violento.
Otra cosa que no nos gustó fue la iluminación: está claro que tienen que ambientar el local de una forma original y "étnica", pero tuvimos que sacar el móvil para leer la carta y ni que decir tiene que las fotografías de la comida están hecha con flash además de la linterna de otro móvil. En la primera fotografía podéis ver lo poco iluminado que está el restaurante.
Y ya para finalizar añado que, en los tiempos en los que estamos, no tener página web es un completo atraso: no pido que tengan una página preciosa y llena de fotografías y explicaciones, pero estaría bien que indicaran el teléfono, el origen de los platos, etc.
Valoración general: un 9, porque a pesar de todo lo mencionado, la comida estaba deliciosa, las cantidades eran más que generosas, y aunque no hubiésemos pedido el menú degustación, podríamos haber comido igual de bien y por un precio más que aceptable.
¿Qué os ha parecido? ¿Os han entrado ganas de hacer un viajecito y probar todas estas cosas en su lugar de origen? Sí, a mí también, así que seguiré echando la primitiva, ¡jeje!
Desde aquí quiero mandar un beso grande, grande tanto a Álvaro como a Mariú, porque compartir mesa con ellos fue súper divertido y tengo mogollón de ganas de ganas repetir :)
¡Y con muchos de vosotros también, bloggers! A ver cuándo me vais dando cita que me apetece mucho ir subiendo entradas con todos ustedes ^^
¡Un abrazo a todos y abrigaos bien!
Carolina.
En realidad somos mucho más guapos, pero al menos se nos ve felices y gorditos xD |
Ay la comida africana... <3 Nosotros comimos una vez en Africa fusión (https://www.facebook.com/restauranteafricafusion/) en Lavapiés. Lo has probado? Riquísimo, sin nada de lujos pero bastante bien de precio! Saludos xx
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