CHARLOTTE

Hola a todos!!
Por fin van pasando los exámenes y los trabajos y todo vuelve a la normalidad.
Como muchos habréis podido ver, ya tenemos página en Facebook! Es totalmente pública así que no dudéis en echarle un ojo para ir viendo las novedades que más tarde aparecerán en este blog. Si queréis verla pinchad aquí :)
Por otra parte también os tengo que anunciar que de ahora en adelante intentaré subir 2 entradas por semanas porque se me van acumulando los sitios, que además hay que empezar el año con buen ritmo e intentar seguir el tirón de Cubik (mil gracias de nuevo!).

Este finde estuvimos en una creperie/cafetería/coctelería que tenía muy buena pinta llamada Charlotte. Hay muchas pero en concreto nosotros estuvimos en una muy cercana a la plaza de Olavide, en la calle Trafalgar 8 (metro Bilbao L4 y 1). Si queréis cotillear un poco, esta es su web.

Tengo que decir que va a ser la primera mala crítica de este blog (y espero que la última), aunque a lo mejor con mala me quedo corta...

Para empezar, se olvidaron de nuestra reserva, así que cuando llegamos el local estaba hasta arriba de gente (porque había un cumpleaños que lo llenaba todo) y nos tuvimos que poner en una barra en un "pasillo" estrechísimo pegados a una máquina de tabaco, por lo que nos teníamos que levantar cada vez que alguien quería comprar.

Empezamos a ver la carta y... no había absolutamente nada decente: 3 o 4 ensaladas, 2 crêpes salados, 3 sandwiches, tortitas y gofres, muchísimos café y cocteles... y ya. Nosotros íbamos con menú cerrado, así que nos sorprendió muchísimo ver que en la carta no había nada de lo que habíamos reservado.

Tardaron 25 minutos en "traernos" (el camarero no llegaba y nos lo pasaba por encima de la gente) los cócteles: uno con alcohol y otro sin alcohol pero que no llevaban más que zumos normales y un pelín de ron.

Al rato, vinieron los crêpes: uno de pavo con queso y cebolla (se supone que era de pollo, pero no había), y otro de bacon con queso y algo más, acompañados de ensalada. La lechuga de la ensalada se notaba muchísimo que era de éstas que vienen en bolsa, y los crêpes estamos seguros de que eran precocinados, porque pocas veces he probado algo tan malo.

Y ya por fin, el postre, que constaba de un crêpe dulce... que nunca lelgamos a probar porque se les acabaron, así que pedimos tortitas con dulce de leche (que cambiaron por sirope de caramelo porque se les había acabado) y mogollón de nata. Ni que decir tiene que las tortitas estaban recalentadas, y que toda la bollería y pastelería que vimos parecía industrial. También incluía un capuccino, que... bueno, es que no tengo palabras: era un líquido marrón con un sabor horrible y del que no pudimos bebernos ni la mitad. Eso sí, muy mono.

Los cócteles y demás rondarán los 6 €, pero yo no voy a volver para comprobar si están buenos o no, por mucho que digan que los demás locales están muy bien.

Mi conclusión? Si no puedes servir comida, no la ofrezcas; si eres un bar de copas, cíñete a ello, porque ya veis el resultado de intentar hacer un poco de todo. Y sobre todo, NO ENGAÑES.

Valoración general: un 3. Un punto para los camareros, porque eran majísimos y nos pidieron perdón mil veces por lo mal que salía todo. Otro punto porque admiten perros, y en Madrid es la primera vez que lo veo. Y otro punto para Tony, porque es un acompañante estupendo además de un novio increíble.

Un beso muy grande a todos, y espero ofreceros algo mejor el próximo día! Suerte para todos con los exámenes!!

P.D.FOTOS: la cena. Al menos nos lo pasamos bien xD