viernes, 7 de marzo de 2014

DONZOKO

¡¡Hola!!

Ya huele a primavera, ¿verdad? ¡Qué ganas de volver a tomar el solecito, salir al parque, comer en la calle...! ^^
 El curso y el trabajo se me están complicando más de lo previsto, pero aún así voy a intentar actualizar el blog lo máximo posible para teneros a todos muy contento, ¡jeje!

El sitio que os presento hoy es muy especial para mí, ya que fue parte del regalo de Navidad que le hice a Tony. No se me da muy bien eso de regalar "cosas físicas" así que suelo recurrir a restaurantes, teatros, escapadas... (¡y nunca falla!). Esta vez le tengo que dar directamente las gracias a Javi que fue el que me dio la idea de este restaurante y del que salió tan contento como salimos nosotros :)

Y sin más preámbulos os presento el Donzoko, un restaurante japonés de los mejorcitos de Madrid y que está en plenísimo centro: en la calle Echegaray 3 (metro Sol L1, 2 y 3). No me ha sido posible encontrar su web, pero si buscáis en Internet vais a encontrar muchísimas referencias, fotos, opiniones, etc, que probablemente os sean bastante útiles antes de ir.

A primera visto el local os puede resultar un poco "viejo" pero tenéis que tener en cuenta que se inauguró a principios de los 90 y siempre han intentado mantener el aspecto tradicional japonés. Así que de antiguo, nada, en todo caso, "vintage", ¡jeje!

¡Casi parece que estamos en Japón!

Vamos al tema gastronómico.
La carta es muy amplia y vais a encontrar cualquier plato japonés que se os pase por la cabeza, pero id con ojo porque no es barato.
Si me permitís un consejo, os recomiendo pedir el sukiyaki, que es una cazuela con caldo a la que vas añadiendo tiras muy finas de ternera y varias verduras. Lo curioso es que te llevan la cazuela directamente a la mesa y ahí se va hirviendo todo poco a poco. Creo que eran 30€ y pueden comer perfectamente 3 personas.
Por otro lado, si preferís probar el sushi os recomiendo pedir alguno de los "platos combinados" que están a muy buen precio y así podréis probar varias cosas. Ésta fue la opción que elegimos nosotros y, en concreto, pedimos el makunouchi y el sashi-tei.

Primero nos trajeron sendas sopas miso super sabrosas y calentitas, y además unos entrantes a base de verduras, atún y tofu.

¡Hay que ver lo buena que estaba la sopa!

Como ya os he dicho, pedimos dos platos distintos, así que de repente nos encontramos con la mesa llena de cosas ¡y de lo más apetecibles!
Como veis, comimos makis, sashimi y niquiris de todo tipo: salmón, atún, pez mantequilla, caballa... Además había tempura, verduras cocidas y cinta de lomo a la plancha, y ni que decir tiene que estaba todo riquísimo. El pescado tierno, el arroz en su punto, las verduras crujientes... una delicia. ¡Ah! Y todo acompañado de enormes boles de arroz blanco, claro.

Buena pinta, ¿verdad?

Y no nos podíamos ir sin postre, ¡claro! Nos sorprendió gratamente ver que tenían un montón donde elegir, aunque lo que no nos agradó tanto fue el precio, ¡jeje! Aún así hicimos de tripas corazón y nos lanzamos a degustar un rico mochi (relleno de té verde) y una gallena rellena de pasta de judías dulces con forma de pez llamada taiyaki ¡y que estaba como para comerse una caja entera!

Los postres, simpre imprescindibles

Tal y como he dicho más arriba, no es un restaurante barato, pero hay que tener que cuenta la calidad de los alimentos y el renombre (que quieras que no, ayudas a subir unos eurillos) así que, si vais, id haciendoos a la idea de que por menos de 25€ es difícil comer (todo lo que habéis visto en las fotos más dos refrescos nos costó 56€).
La atención del personal es muy buena y puedes ver en todo momento cómo preparan el pescado. Recomiendo ir pronto a mediodía o si es en cualquier otro momento, reservar, puesto que no es muy grande y suele llenarse.

Valoración general: un 9.5. En cuanto a relación calidad/precio creo que está todo lo bien que se puede esperar, fueron muy amables en todo momento, pero quizá deberían modernizar un pelín el local y ampliar el horario ya que es bastante limitado.

Y por hoy, esto esto es todo.
Como veis, la Navidad nos salió bastante bien, ¿verdad? :)
Antes de despedirme, quiero mandar un besote muyyyy grande a Javi, por ser un tremendísimo amigo, recomendaros un blog, Gominolas de Petróleo, que está muy, muy chulo y donde vais a poder resolver mogollón de dudas sobre alimentación (y cuyo creador me ha resuelto una duda existencial sobre carne picada que me ha traído varias semanas por la calle de la amargura, ¡¡mil gracias de nuevo!!).

Ahora así. ¡nos vemos en la siguiente entrada! ^^

Carolina.

2 comentarios:

  1. Jo, que pintaca tiene todo!!! Sólo con verlos mis jugos gástricos empiezan a removerse, y es que la presencia de una comida es tan importante como su sabor. Mataría por uno de esos platos combinados que dices, arfgs!! A mi en sitios así no me importa pagar un poco más -prefiero eso antes que ir a un sitio más barato donde lo que te vas a encontrar es una incógnita-.
    Y pensar que cuando llegue a casa estarán las lentejas esperándome.... ¬¬

    Un besico!!!

    ResponderEliminar
  2. Jajaja! Lentejas... Si te cuento un secreto no se lo dices a nadie?? .... No como legumbres. Jamás. Muerte a las legumbres.... xD

    Lo del japo era droga dura, madre mía qué riquísimo estaba todo!! :S

    ResponderEliminar

¿Te ha gustado? ¿Me vas a proponer un nuevo sitio? ¿Simplemente pasabas a saludar? ¡Adelante! No hay cosa que haga más ilusión que un buen comentario ^^